Se ha formado un real circo mediatico con el caso de la intendenta Van Rysselberghe, lo que estamos presenciando es la historia, nuestra actual historia presente, y me da lástima que en ningún medio de comunicación se haga una verdadera crítica de lo absurdo y dañino que es el actual modelo fáctico político que presenciamos día a día.
En Chile la democracia se ha mantenido por varios años con largas y pequeñas interrupciones, pero a cada democracia le ha tocado un modelo de hacer política distinto, modelos que han sido criticados y analizados arduamente décadas en el futuro por los historiadores e historiadoras, cosa fundamental porque de esa forma nos damos cuenta de atrocidades como el voto censitario y la descarada intervención electoral del siglo XIX, así como también de las crisis provocadas por los partidos políticos de mediados del siglo XX (con teorías incluso que llegan a vincular las continuas malas prácticas de los partidos como una causante de los problemas de principios de los años 70)
Pues lo digo, damas y caballeros nos encontramos en medio de una crisis, una crisis que va a ser contada en los libros de historia de unos 50 años más, la crisis de la decadencia de la clase política chilena post dictadura. Las crisis se superan por supuesto, el modelo mejora, la ética de la gente cambia, pero a esperar, ese es el problema, el tiempo, tener perfectamente claro que existe un inmenso problema en frente de mis ojos y saber que poco y nada puedo hacer, que simplemente el tiempo debe avanzar para que realice su trabajo de corrección ética en la mente de las generaciones mientras uno se encuentra sentado en frente del computador escribiendo lo que espero no lea con pena en varios años más.
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